El susto más grande de su vida pasó Miguel Rivas, de 22 años, cuando el busito que conducía con dirección al centro comercial de los Cuatro Altos, en Arco Iris, Colón, fue arrastrado por el tren de carga a una distancia de más de 150 metros.
Aunque el busito se volcó y quedó como una acordeón en uno de sus costados, el joven se encuentra ileso, sólo con golpes diversos, según informaron los paramédicos del Cuerpode Bomberos que atendieron el caso.