La Organización de los Estados Americanos (OEA) cerró ayer su XXXVII asamblea general respaldando la libertad de expresión en el hemisferio, pero sin tomar partido sobre el caso de Radio Caracas Televisión (RCTV).
En cuanto al tema central de la asamblea, "Energía para el desarrollo sostenible", los cancilleres consensuaron una declaración para buscar recursos energéticos alternativos y "limpios", así como reconocer el "potencial" de los biocombustibles, como el etanol, que tiene a Brasil y Estados Unidos como sus mayores productores.
Se estima que 50 millones de personas en el continente no tienen acceso a ningún tipo de fuente energética y se estima que la demanda de energía en América Latina habrá aumentado un 75% en 2030 y se necesitará un aumento de 144% para atender ese incremento.
Los 34 cancilleres de la región subrayaron su compromiso con la gobernabilidad democrática de la región y anunciaron esfuerzos para concretar su desarrollo económico a través de la energía.
En la "Declaración de Panamá" también reconocieron "la importancia fundamental" de disponer de recursos energéticos para la promoción de su desarrollo económico y social, de forma ambientalmente sostenible".
El documento de 26 puntos indicó la necesidad de obtener y utilizar todas las formas de energía, "procurando su asequibilidad para las poblaciones más vulnerables, de manera consistente con una sensibilidad social y ambiental".
La declaración agregó que para ello son elementos esenciales "la gobernabilidad democrática, las instituciones democráticas sólidas, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales".
Pero más que la energía, lo que animó la asamblea fue el debate sobre la libertad de expresión a raíz de la objeción del mandatario Hugo Chávez a seguir renovando la licencia a RCTV. La delegación diplomática venezolana defendió a capa y espada en Panamá la medida como un derecho legítimo y soberano.
Venezuela impulsó 12 de unas 81 resoluciones aprobadas en la asamblea, una de ellas sobre "Derecho a la libertad de pensamiento y expresión y la importancia de los medios de comunicación".
En esa resolución se llama a "promover un enfoque pluralista de la información.. mediante el fomento del pleno ejercicio de la libertad de expresión y pensamiento".
El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, desestimó que la elección de Venezuela para integrar la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos sea un premio para el gobierno del presidente Hugo Chávez.
Paradójicamente el canciller panameño, Samuel Lewis Navarro, dijo que la agenda "no sufrió distorsión alguna" y que las diversas resoluciones que se han aprobado abarcan propuestas para evitar una crisis energética incontrolable y para solucionar temas como la pobreza extrema y la discapacidad.
El llamado del gobierno de Estados Unidos a la OEA de enviar a un emisario a Venezuela para que consulte y presente un informe sobre el caso de RCTV, dejó en una situación incómoda al organismo regional y quizás no llegue a consumarse.
La solicitud de la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, suscitó una reacción de rechazo del canciller venezolano Nicolás Maduro y fue en contracorriente, a juzgar por los discursos de los ministros que abogaron más por el respeto de los asuntos internos de los estados.
En las intervenciones de buena parte de los cancilleres existió un consenso sobre la necesidad de defender la libertad de expresión, pero también de no meterse a cuestionar directamente la decisión del presidente venezolano Hugo Chávez.