EDITORIAL
¿El gobierno despierta?
Esta semana vio sus primeras luces con funcionarios de gobierno, los de más alto nivel, recorriendo los principales medios de comunicación. Estuvieron en la radio -como canal mañanero por excelencia- para desmenuzar las acciones del Ejecutivo "de cara al pueblo". Primero, enumeraron actividades; luego, explicaron la filosofía que las impulsa; y, finalmente, lanzaron la consabida apología por las decisiones, aunque no a todos han complacido. Antes de eso, el bajo perfil fue la triste característica de los encumbrados ministros, viceministros y directores. Y cuando no era así, la incongruencia entre lo que ellos decían y lo que manifestaba la presidenta Mireya Moscoso, era la dolorosa nota que tanto bochorno provocó a la, en apariencia, indiferente administración. Cabe el aplauso por lo que parece es la nueva directriz del gobierno. Hay que sacar a los importantes ministros de sus refrigeradas oficinas, ponerlos en la calle para que suden la camisa, y se vea -aunque será difícil en algunos casos- que están trabajando. Las diferentes fuerzas de la nación están todos los días en las avenidas protestando, y exigiendo aquello a lo que ellos consideran tienen derecho. El funcionario de gobierno debe estar frente a ellos, cara a cara, sin arrogancia ni delirios de grandeza. Afrontar las críticas como parece ser que van a hacerlo desde esta semana, es signo positivo de que a partir de ahora no se van a dilatar las conversaciones, porque el gobierno ya no mantendrá silencios retrógrados. Basta ya de inacción. Quienes deben estar en los medios de comunicación, y en la calle con la gente, son los ministros y otros principales designados. Es positivo que estén saliendo de sus capullos, para sacar de escena a esos funcionarios de segunda categoría, principalmente asesores, que no tienen últimas palabras ni poder alguno, y solo han contribuido a enrarecer el ambiente político y económico.
PUNTO CRITICO |
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