EDITORIAL
Tratos y relatos de las guerrillas
Panamá, al mando de
cuartelarios soberbios y engreídos desplegó conductas amparadoras,
de aprovechamiento de los movimientos armados latinoamericanos, derivando
de tales tratos beneficios y acomodos que enriquecieron personeros y ganaron
fama de país del encubrimiento, en la comunidad internacional.
Así, desde Panamá salieron las armas que transportó
el barco "Puelche", para derrocar el régimen allendista
de Chile; panameñas fueron los equipos utilizados por el fallecido
Coronel Camaño Deñó, para invadir República
Dominicana; de nuestro país los pasaportes que ampararon las entradas
de los guerrilleros cubanos a Bolivia; los procesados prófugos del
terrorismo vasco, los etarras, encontraron en su huida refugio y amparo
en Panamá; el dirigente civil de las guerrillas colombianas, Jaime
Bateman, murió en accidente aéreo en Darién, después
de completar trámites bancarios en esta ciudad; un aviador nativo
allegado al dictador Noriega fue derribado por el ejército salvadoreño
cuando intentó entregar un cargamento de armas para la guerrilla
del "Frente Farabundo Martí"; el barco "¨Pía
Vesta", con su alijo armamentista navegó desde Alemania al amparo
de recaudos panameños; en síntesis, nuestro país tiene
un contínuo histórico de relaciones simbióticas con
la insurgencia continental, que ahora, al divulgarse el anchisabido "paseo
selvático" de los irregulares de la FARC, en La Miel, produce
perturbación, asombro de virginal conocimiento, en personeros que
sirvieron a esos quehaceres, al pertenecer y tolerar aquellos manejos insurgentes.
Desconocer que en Panamá se contrataron los servicios criminales
de los guerrilleros argentinos de Gorriarán Merlo, que ultimaron
a Tachito Somoza en Paraguay, y que el fotógrafo chileno filmador
del evento recibió media paga en banco panameño, es olvidar
pasadas conductas, que ahora entorchados en retiro, rechazan cuando con
sigilo pretenden rehacer un cuerpo élite de ejército, arguyendo
entrenamientos y docencias recibidas en selvas bocatoreñas.
La real situación darienita ofrece una región en abandono;
carente de servicios adecuados y suficientes, que reclama urgentes programas
viales, sanitarios, administrativos, culturales y de fluvialidad; mecanismos
que salvarían a la agreste región, de las influencias foráneas,
de peligro y crimen.
Intereses mezquinos; los enanos apetitos, de quienes añoran resucitar
estadios de oprobio superados, y permitir mantener presencias militares
foráneas, a más de percibir personalísimos beneficios,
buscan exacerbar los ánimos para levantar contingentes soberanistas
que enciendan llamas de lucha antiguerrillera en territorio istmeño;
despropósito ante el cual debemos desplegar extrema cautela, serenidad
y fortaleza, que permutan cancelar tales pretensiones inciviles.


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AYER GRAFICO |
Soldados norteamericanos ocupan La Plaza de Santa Ana en 1925 |


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