Viernes 4 de junio de 1999

 








 

 


MENSAJE
Tres infiernos

Hermano. Pablo
Costa Mesa, California

Para ella la vida era un infierno, un infierno triple. Había nacido en el Amazonas, el llamado "infierno verde". Las riberas del río Xingú habían sido su cuna. Su hogar, un pobre hogar indígena lleno de hermanos, había sido otro infierno. Finalmente María, de apenas catorce años de edad, fue a parar al prostíbulo en el pueblo de Paraíso, Matto Grosso. Este, después de los otros, le fue un infierno inevitable.

"Voy a quemar este infierno que es mi vida", determinó la joven. Y bebió un baso de kerosene. El resto se lo echó encima. Luego se prendió fuego. A duras penas le salvaron la vida, pero sufrió quemaduras horribles en todo el cuerpo.

Esta es una historia más de la selva amazónica. Es también una historia de la triste vida que les toca vivir a tantos indígenas. Pobres, incultas, abandonadas, sin derecho político ni abogados que las defiendan, María y otras tantas chicas de la tribu van a parar al prostíbulo como único medio de vida.

María tuvo suerte -comenta el doctor Paul B. Long, testigo de todo esto-, pues fue salvada, salvada dos veces, primero de las horribles quemaduras, y después de esa vida desesperante. María es hoy una feliz y fiel cristiana.

La vida está llena de infiernos. Para María estaba el infierno verde del Amazonas. Pero también están el infierno blanco de la cocaína, el infierno ámbar del licor, el infierno ceniciento del cigarrillo de marihuana, y el infierno amarillento del virus del SIDA.

Luego están los infiernos del alma: el infierno negro del odio, el infierno verde de los celos, el infierno morado de la discordia familiar, y el infierno rojo de la rebeldía juvenil. ¡Cuántos infiernos existen en un mundo que comenzó siendo un paraíso!

¿Cómo salir de estos infiernos que son nada más que el preludio del otro infierno, del final? Hay una sola manera de escapar. María encontró en la gracia de Cristo el escape del infierno de la prostitución. Y miles como ella han encontrado en el evangelio de Cristo, no en una religión, ni en ninguna secta ni en ninguna iglesia, sino en la persona de Cristo, la solución a sus múltiples infiernos.

¿Es la vida suya todo un infierno? ¿Cómo está su relación familiar? ¿Cómo está su relación con sus padres, su esposa y esposo, y sus hijos? ¿Cómo está su relación con la ley? ¿Cómo está su relación consigo mismo? ¿Tiene usted paz en su alma? ¿Le es la vida un jardín de rosas, o es todo espina y cardos?

Jesucristo ofrece la salvación perfecta. El desea ser su Amigo y Salvador. Salga de los infiernos que ahora lo están matando. Cristo le ofrece salvación.

 

 

 

 

 

FARANDULA
Que pasa...

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


   Copyright 1995-1999, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.