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Al momento los sandinistas cuentan con la preferencia del electorado, según resultados de las más recientes encuestas. Foto AP  |
Tres dirigentes políticos nicaragüenses competirán por la presidencia de Nicaragua en las elecciones generales del 4 de noviembre, tras oficializar sus candidaturas ante el Consejo Supremo Electoral (CSE), según fuentes oficiales.
Los aspirantes a la primera magistratura son el ex presidente Daniel Ortega (1979-1990) por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN-izquierda), Enrique Bolaños por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC-derecha), y Noel Vidaurre por el Partido Conservador (PC-derecha).
Sin embargo, el CSE dará plazo hasta el 14 de junio para aceptar o rechazar las candidaturas presentadas, una vez que finalice la etapa de impugnaciones que sigue a la inscripción, según el cronograma del proceso electoral.
Se prevé que algunos candidatos a la vicepresidencia enfrenten obstáculos para inscribirse, ya que se han anunciado impugnaciones en su contra.
El ex contralor Agustín Jarquín, quien acompaña a Ortega en la fórmula presidencial sandinista, podría ser impugnado debido a que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) no ha resuelto la última etapa de un proceso judicial que en 1999 lo llevó a prisión.
Aunque Jarquín fue sobreseído definitivamente por un tribunal por el delito de uso indebido de fondos, el Procurador General de Justicia, Julio Centeno, apeló el fallo ante la CSJ, que aún no emite una resolución, recordó el magistrado Fernando Zelaya.
"El caso esta pendiente en la Sala Penal de la CSJ y esto puede perjudicar la candidatura de Jarquín. Si se confirma el auto de prisión que impuso el juez perdería sus derechos civiles y políticos", advirtió Zelaya.
Sin embargo, Jarquín restó importancia al asunto y dijo que es impensable que la Corte lo envíe a la cárcel por un asunto sobreseído y en el que según él está claro que hubo una manipulación del gobierno del presidente Arnoldo Alemán para perjudicarlo.
Asimismo, el candidato a la vicepresidencia por el Partido Conservador, José Antonio Alvarado, también podría ser objeto de impugnación de parte del PLC, según dijo el dirigente de esa agrupación Wilfredo Navarro, ya que no está clara su nacionalidad.
Alvarado había adoptado la nacionalidad estadounidense en la década de 1980, cuando el país se encontraba gobernado por el sandinismo y en estado de guerra, pero el político asegura que para su inscripción presentó documentos en los que constaría que renunció a la nacionalidad estadounidense en febrero de 1995, tras lo cual se le restituyó su nacionalidad nicaragüense.
La Constitución establece que aquellos nicaragüenses que hayan renunciado a su nacionalidad deben haber renunciado a la nueva ciudadanía al menos cinco años antes de la fecha en que se realicen las elecciones, cuando pretendan ser electos a cargos de elección popular.
De acuerdo con una encuesta efectuada en abril por la empresa Consultora M y R, Ortega encabeza con un 37,5% la preferencia electoral de los nicaragüenses, frente a un 29,7% de Bolaños y 17 % de Vidaurre. |