CULTURA
Charly García tiene miedo
de sí mismo, de humillar demasiado
AFP
El legendario y polémico
rockero argentino Charly García (47 años), protagonista reciente
en Perú durante un festival de insultos a Ricky Martin, aseguró
este martes que tiene "miedo de si mismo, de humillar demasiado; de
ser siempre el que le pegue a la pelotita para que los demás descansen
en paz".
El largirucho del bigote bicolor expresó, en extenso reportaje
publicado hoy por la revista mensual Rolling Stones en español, que
"aprendí a usar el viejo truco de los Beatles: dejar que hablen.
El pez por la boca muere. Say no more".
En el Festival de la Cerveza que se desarrolló días pasados
en Cuzco, el excéntrico compositor e intérprete disparó
sorpresivamente: "Ricky Martin, sos una mierda, una basura", y
sobre su colega argentino Andrés Calamaro, con el cual está
enemistado, dijo: "ya me olvidé de tanta suciedad", en
alusión al disco de éste "Alta Suciedad".
Sin embargo, en la entrevista aseguró que una de sus virtudes
es ser "buena persona", es decir "músico, filántropo,
caballero, padre, inventor, soldado, neurótico, histérico,
personalidad esquizoide, aristócrata, buen vecino, cholulo"
(incondicional de la farándula).
Además, para él, "amar es nunca tener que pedir perdón".
Entre sus principales defectos marcó el "olvidarme del cepillo
de dientes porque tengo fobia a los dentistas y al torno", lo que tiene
que ver "con otro defecto: me olvido de las cosas cotidianas".
Explicó sobre cholulo que "es más divertido que ser
estrella. Por eso me gusta tanto ser estrella, porque me permite ser un
fan".
Sobre sus adicciones a la droga y periódicas internaciones, García
subrayó que "el tema acá se reduce a un negocio que consiste
en sacarle la mayor cantidad de plata a la familia. Y la familia paga para
sacarse el problema. Eso es todo".
Abundó que el problema "existió siempre, mucho antes
de que existieran las clínicas de rehabilitación".
Confesó que el día del recital de Adiós Sui Generis
"me fumé 26 porros. Daba vueltas en auto mientras miraba alucinado
la cola que hacía la gente para vernos y fumaba porros".
En cuanto a las supuestas dudas que crea el consumo, sostuvo que "creo
que las drogas no te dan nada que ya no tengas. Si tenés dudas, te
dan dudas. No hay que buscar ahí lo que no tenés. Ni el talento,
ni la inspiración, ni el coraje, ni la voluntad, te llegan con la
droga".
De sus angustias resaltó igualmente tener "miedo de estar
condenado a dar repuestas sobre todo y, cuando finalmente las doy, digo
lo que pienso, ver que los demás se rayan (se ponen locos) y me hacen
cargo de todas sus mierdas y sus miedos. Pero aprendí algo: a usar
el viejo truco de los Beatles. Dejar que hablen. Aprendí que mi tarea,
en este mundo, es otra".
Esa tarea es "renunciar a ser enfermero" porque "enfrenté
la muerte y supe qué hacer. La ví salir por ejemplo de la
boca de alguien que había tomado demasiada merca (droga) y le había
dado un ataque de epilepsia".
Relató que después de romperle la mandíbula hasta
poder sacarle la lengua afuera, la persona al recuperar el conocimiento
le dijo: "Che, Charly, no tenés un saque?".
"Lo que realmente te cura es lo que te gusta, lo que te da alegría",
sentenció.
Aunque aseguró que va a morir pronto, definió que para
él "pronto es dentro de cien años..., pero es pronto.
A los 20 pensás en eso porque te sentís eterno, pero ahora
sí. Yo ya ví a la Parca de cerca y era como un dibujito animado".
La eternidad "es que me digan que grabé el disco de Sui Generis
hace treinta años y mis admiradoras sigan teniendo quince",
y aseguró que el destino "es una tragedia porque al final, y
no hay remedio para eso, te morís".

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