Se acabó la racha. En la primera parada de la Liga de Oro celebrada ayer, en Berlín, Alemania, "El Canguro" colonense Irving Saladino tuvo un día para el olvido: sufrió su primera derrota en casi dos años (no perdía desde el 14 de julio de 2006) y, de paso, le dijo adiós a sus aspiraciones de obtener parte del millón de dólares que reparte el circuito a los que ganen las seis reuniones que lo integran.
Saladino, quien cometió demasiadas faltas y que ni siquiera tocó los ocho metros, tuvo su peor actuación desde el 2005, al finalizar en un lejano séptimo lugar al que se hizo acreedor con un magro 7.92.
Hussein Taher Al-Sabee, de Arabia Saudita, resultó vencedor con 8,21.
¿Qué le pasó ayer a "El Canguro"? Su padre, David Saladino, afirmó que su derrota no tiene que ver con ningún tipo de lesión. "Irving está bien, ayer cometió muchas faltas. Él debe concentrarse más en asegurar la victoria, que en estar buscando récords", manifestó.
Según lo publicado en el sitio web de la Federación Internacional de Asociaciones Atléticas (IAAF), el atleta de Colón estuvo muy errado, a tal punto que casi no pasa el corte. "Tras fallar en sus dos primeros saltos, Saladino siguió con vida gracias al 7,92 que brincó en su tercer intento, pero en sus tres últimas oportunidades no logró progresos notables", resaltaron.
El saltador panameño llegaba a la Liga de Oro en medio de altas expectativas, tras su asombroso brinco de 8,73, realizado en Hengelo, Holanda, el pasado 24 de mayo, pero ayer, en las gradas del Estadio Olímpico de Berlín, el público se quedó con las ganas de verlo por lo menos acercarse al récord mundial de 8,95 que pertenece a Mike Powell.
No sólo Saladino -la principal carta de Panamá en Beijing- decepcionó, también lo hizo el italiano Andrew Howe, dos del mundo, quien apenas saltó 8,10.