"Pero la mujer ajena, no la mire se lo digo; puede buscarse problemas si se entera su marido"...
Esta es la letra de un estribillo en una de las más recientes canciones grabadas por el Poste de Macano Negro, Dorindo Cárdenas.
Para mala fortuna de los panameños, aquí no se escucha ni a Dorindo ni a nadie que tenga algún precepto moral que presentar a la comunidad. Mucho menos si se trata del placer sexual sin reglas.
Tal vez por eso las familias panameños están tan deterioradas: porque el hombre no respeta la mujer ajena; ni la mujer respeta al marido que no es de ella.
Hay una combinación de desatinos, que tienen consecuencias lamentables en la vida de las familias, heridas de muerte por el adulterio y la infidelidad.
Cuando ganemos conciencia sobre este tema, y rescatemos del infortunio la buena idea de respetar la institución del matrimonio, la sociedad estará salvada. |