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Con la precaria salud del Papa cada vez más objeto de atención, tales encuentros como el ayer clausurado asumen una importancia que trasciende su propósito oficial. Foto AP  |
Puede que no realizaran una "búsquevo Papa", como dijo uno de los participantes, pero uno de los aproximadamente 150 cardenales que asistieron a una reunión clausurada el jueves surgirá un día como el próximo líder de la Iglesia Católica.
El Papa Juan Pablo II, de 81 años, clausuró el "consistorio extraordinario" de tres días oficiando una misa solemne en la Basílica de San Pedro.
Si alguno de los televidentes necesitaba un recordatorio de la precariedad de su salud, no tenía más que observar los primeros planos captados por las cámaras.
Su mano izquierda temblaba fuertemente y un sacerdote le ayudó a sostener un pesado cáliz de oro con el vino que, según la doctrina católica, se convierte en la sangre de Cristo durante la misa.
Con lentitud de movimientos, el rostro rígido y hablar pastoso, el Papa dijo que la reunión de todos los cardenales del mundo enfatizó los enormes desafíos a los que la Iglesia se enfrentará en el nuevo milenio.
En su homilía, el Pontífice mencionó "un cambio general en el horizonte cultural", así como también problemas que la Iglesia de 1.000 millones de fieles está confrontando con la globalización, la cambiante moralidad sexual y los tópicos relacionados con la justicia social.
Desde el principio, el Vaticano insistió en que la reunión, cuyo tema fue, "Perspectivas Pastorales de la Iglesia en el Tercer Milenio", no era un "precónclave".
Pero el encuentro dio a los prelados la oportunidad de medir a potenciales sucesores para liderar a la Iglesia tras la muerte del Papa, quien sufre del mal de Parkinson así como también de problemas para movilizarse después de un accidente en 1994.
"Algunos dicen que fue un preparativo para el cónclave. No", dijo el cardenal de Bruselas, Godfried Danneels.
"En el sentido de que aprendimos a conocernos, es un preparativo", dijo a reporteros. "Pero no efectuamos búsqueda alguna de talento para un nuevo Papa", agregó, en tono jocoso.
A pesar de todo, el Papa actual y el futuro Pontífice, cualquiera que sea, estuvieron en el mismo moderno auditorio del Vaticano. |