A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales del 3 de junio, el favorito Alejandro Toledo sólo debe esquivar problemas para derrotar al ex mandatario Alan García, según analistas.
Pero en el turbulento mundo de la política peruana, esta no puede ser una conclusión definitiva. En este país andino que aún recoge las cenizas régimen de Alberto Fujimori, acusado de todo tipo de corrupción, las campañas políticas de los candidatos no se han caracterizado por el juego limpio.
"Pienso que Toledo lo tiene ganado (...) Será difícil que García revierta la tendencia en el corto tiempo que queda", dijo el sociólogo Luis Pacheco. "Pero el margen de victoria será estrecho, probablemente 4 ó 5 puntos".
Un sondeo a nivel nacional, difundido el miércoles por la encuestadora Datum, dio al centrista Toledo el 59 por ciento de los votos válidos frente al 41 por ciento del socialdemócrata García, recordado por su fuertemente cuestionado gobierno de 1985 a 1990.
Sin embargo, un alto índice de electores rechaza a ambos candidatos y no votarán por ninguno de los dos.
La encuesta de Datum, sobre un universo de 2.000 electores, reflejó que casi una cuarta parte de los 14,9 millones de los electores anulará el sufragio o votará en blanco desencantados por la reputación de ambos candidatos.
Con Toledo, cuestionado por su controvertida vida privada, y García, con cargos prescritos de corrupción y acusaciones de violaciones a los derechos humanos durante su gestión, el periodista Jaime Bayly encontró un terreno fértil para lanzar su campaña por el voto en blanco. |