Manuela del Pilar de 42 años, es madre y padre de dos afortunado niños compartió amenamente con nosotros como superó los obstáculos por la falta de un empleo digno con mucha dedicación se abrió caminos para seguir adelante.
Con una sonrisa amena en su rostro Manuela nos cuenta "no me avergüenza decirlo que vendía chicha con empanada en la calle, pero con las escasas entradas ahorré para estudiar ciertos seminarios de belleza para tratar de alcanzar la estabilidad económicas que tanto anhelaba".