Usted ha leído en los anuncios donde se solicita personal para determinadas funciones que les agregan una palabrita que frustra a todos los novatos: experiencia. Según la Real Academia de la Lengua, experiencia es: "Enseñanza que se adquiere con la práctica: tiene mucha experiencia como conductor".
Nadie puede llegar a ser experto, sino aprende cómo se hacen las cosas. En el mundo laboral, debo reconocer y advertirles a aquellas personas que hacen este tipo de anuncios que están ejecutando mal su proceso de selección. Lo más recomendable es convocar al personal con deseos de ser pulidos para un determinado puesto, es decir, que pasen por un proceso de capacitación.
Afortunadamente en este país y en algunos otros conocen que el trabajador necesita ser orientado en algunos procesos para soltarlos al ruedo poco después; no obstante, en lo que se refiere al área académica, las cosas no son alentadoras. Existe un nutrido grupo de estudiantes practicantes que no llegan a terminar su carrera porque recibieron malas experiencias cuando hacían sus prácticas profesionales.
Las experiencias de algunos chicos revelan que en ciertas empresas les hacen sacar copias a documentos, atender teléfonos y hasta servirle el café al jefe. Esto es un gran irrespeto a los futuros profesionales panameños.
En lugar de ponerlos a hacer este tipo de actividades que no enriquecen, hay que darles oportunidad para que se desenvuelvan bajo supervisión.
Los estudiantes, por su parte, deben tomar iniciativas que transmitan confianza al jefe para que sean tomados en cuenta en algún proyecto especial. Los profesionales que supervisan a estas personas deben abrirles las puertas. No tienen que pensar en que sus puestos de trabajos están en juego porque hay alguien que se proyectará. No trate mal a sus colegas, recuerde que el día de mañana ellos pueden llegar a ser nuestros jefes.