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La población de Santana se nutre con las oleadas migratorias, productos de los trabajos del Canal de Panamá. El barrio crece, se renueva, deja de ser un arrabal para convertirse en el corazón comercial de la ciudad.  |
Santana es un barrio especial, tras cien años de república sigue siendo uno de los sectores más populares del país. El arrabal santanero creció en el sector externo de las murallas de la colonial ciudad de Panamá desarrollando normas de conductas propias que se acentuaron después de 1903, cuando cesan las luchas entre las masas populares arrabaleras y el patriciado del Barrio de San Felipe, comportándose todos como panameños.
La población de Santana se nutre con las oleadas migratorias, productos de los trabajos del Canal de Panamá. El barrio crece, se renueva, deja de ser un arrabal para convertirse en el corazón comercial de la ciudad.
En los primeros años republicanos la Avenida Central se extiende hasta la Plaza 5 de Mayo, con un sinnúmero de almacenes con mercaderías de todas partes del mundo.
SUS OFICIOS Y ARQUITECTURA
Los santaneros aprenden oficios, son famosos por su habilidad como zapateros, joyeros, sastres, modistas, cocineros, barberos, reposteras, carpinteros, tapiceros, mecánicos y cantineros. En fin el barrio es un microcosmo donde la música juega un papel importante, el tamborito insuflado con música caribeña se convierte en tamborera, llega el calypso antillano y los vocablos santaneros se nutren con términos del inglés como: short cut, por atajo, aló para contestar el teléfono, ground para incordio y tantos otros más que pasaron a formar parte de su folclore.
La arquitectura santanera es muy propia, aún se pueden apreciar sus antiguas casas de mampostería de dos o tres pisos muy decoradas con balcones de hermosas fachadas, de preciosas puertas y dinteles. También se construyeron casas de inquilinatos de madera, con decenas de pequeños cuartos que inspiraron poesías, acusándolos de no dejaban pasar el sol.
SUS ENTRETENIMIENTOS Y SITIOS FAMOSOS
Santana fue famosa por sus salas de cine, algunas perduran a pesar del deterioro y del paso de los años, como el Variedades y El Dorado, pero otros han desaparecido. Fueron famosos el Teatro Cecilia, de butacas aterciopeladas, que llegó a anunciar nada más y nada menos que a Carlos Gardel, pero el fatal accidente de Medellín no lo dejó llegar. También el lujoso Central, sede de Festivales de Cine internacionales, el popular Ancón, el cómodo Edison, famoso por sus noches de banco, el Panamá y el Amador que permitieron a la población escoger y disfrutar de las mejores películas por décadas. Las películas de estos cines fueron el contacto de la población con el mundo.
El barrio tiene lugares famosos como la Bajada de Salsipuedes, el Barrio Chino, la Bajada del Ñopo, el Terraplén, el Patio Pinel, el Mercado Público, el parque de pelota de Santa Rita, Plaza Amador, el Oratorio Festivo, la Logia de Calle 13, los Jardines Atlas, Balboa y el Rancho algunos de ellos ya no existen; además tiene muchas leyendas provenientes de tiempos coloniales. Aunque la calle B divide a Santa Ana del barrio de El Chorrillo, no se puede apartar a sectores del lado de allá del diario vivir y del espíritu del barrio.
(primera entrega) |