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Colombia incumple promesas de protección a defensores de derechos humanos
Agencias
Internacionales
Pese a las promesas del presidente Andrés Pastrana de dar prioridad a la defensa de los derechos humanos en Colombia, su gobierno ha hecho poco por proteger a los activistas de tales derechos, dijo ayer la organización Amnistía Internacional. Además, la complicidad de las fuerzas armadas colombianas ha ocasionado la muerte o el exilio de docenas de defensores de los derechos humanos, según un informe de la organización divulgado aquí. En los últimos tres años, más de 25 activistas de derechos humanos han sido asesinados en Colombia, un número similar ha escapado a la muerte por escaso margen, y por lo menos 40 han abandonado el país, según el informe titulado "Colombia: Protección de los defensores de derechos humanos: Un paso adelante y tres para atrás". En fecha tan reciente como el 3 de mayo, agrega el informe, el activista Jesús Ramiro Zapata Hoyos fue muerto en Segovia, Antioquia, tras haber sido secuestrado por hombres armados, dice el informe. Zapata era miembro importante de la Comisión de Derechos Humanos del Nordeste y del colectivo Semillas de Libertad, una agrupación de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos. El día de su desaparición, el individuo había notificado a la policía que efectivos paramilitares habían estado averiguando su paradero varias veces. Al día siguiente, su familia recibió una llamada telefónica de un desconocido en que se le instó a recoger su cadáver en las afueras de Segovia. El informe agrega que la policía regional no hizo nada por enfrentar una fuerza paramilitar que llegó a la zona el 3 de abril. En otro incidente reciente, un individuo con identificación policial amenazó con matar a la niña Juliet Tatiana Manrique, de 14 años, y a su madre, la activista Astrid Manrique Carvajal. Las amenazas parecían vinculadas con el trabajo de la madre con la Asociación de Familiares de los Detenidos Desaparecidos, dice el informe.
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En otro incidente reciente, un individuo con identificación policial amenazó con matar a la niña Juliet Tatiana Manrique, de 14 años, y a su madre, la activista Astrid Manrique Carvajal. Las amenazas parecían vinculadas con el trabajo de la madre con la Asociación de Familiares de los Detenidos Desaparecidos, dice el informe.
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