Ir de compras con su novia o esposa puede ser como ir al dentista: es doloroso pero inevitable. Más tarde o más temprano, ella va a pedirle que la acompañe en sus escapadas. Consejos para sobrevivir a la experiencia:
Que sea de a dos. Cuando las mujeres van de compras, rara vez lo hacen solas. Entonces si ella le pide ir, asegúrese de que ninguna de sus amigas o miembros de la familia sean de la partida.
Pida una lista. Algunas mujeres son impredecibles. Por esta razón, haga que su mujer haga una lista de todas las cosas que necesita comprar y los negocios que quiere visitar.
Ir a un mall. Usted ya está para el trabajo de acompañante de compras, pero no quiere ser también su chofer. Elija un centro de compras con muchas tiendas para evitar manejar por toda la ciudad.
Use zapatos cómodos. Si usted se ha visto en una situación parecida antes, sabe que las mujeres pueden convertir a una experiencia de este tipo en un triatlón cuando llegan al centro de compras.
Visite tiendas con asientos. Cualquier tienda que provea a sus clientes de asientos merece ser visitada.
No compre zapatos. Evite ir a comprar zapatos como si fuera una enfermedad contagiosa. Comprar zapatos es un proceso extremadamente largo en el cual ella tiene que elegir un par entre cientos que parecen gustarle.
Evite que llame a sus amigas. Esconda su celular, apáguelo o téngalo con usted. Bajo ninguna circunstancia debe permitirle que hable con sus amigas para que la aconsejen.
Sea firme. Luego de tomarse 20 minutos para elegir entre las prendas que le gustan, se las prueba todas… y luego le pide su opinión. Si le dice que le van "bien", probablemente se sentirá fea. El truco es ser positivo y confiar en que ella valorará su opinión.