En días pasados, el poeta y amigo personal, Leoncio Obando me obsequio un folleto, fruto de su haber investigativo y literario, editado con el apoyo de la Alcaldía de Panamá, donde compila documentos, cartas y escritos sobre la vida del General Victoriano Lorenzo, el cholo guerrillero coclesano, fusilado el 15 de mayo de 1903, en la Plaza de Chiriquí, hoy Paseo de las Bóvedas.
Según Octavio Sisneth, citado por Obando, Victoriano Lorenzo entró en la gesta de los mil días, al negarse el Capitán del barco Momotombo a transportar el parque y los cincuenta revolucionarios que venían de Nicaragua hacia el Puerto de La Chorrera.
Porras, Mendoza y Morales, entre otros, ofrecieron a Victoriano reivindicar a los indígenas de cuanto atropello venían sufriendo, de diezmos, cargos y abusos que se cometían contra ellos. Lorenzo se presentó a Bejuco con 200 hombres y se puso a las órdenes de las huestes liberales. Porras corrió a abrazarlo y en agradecimiento lo ascendió a Capitán de Compañía. El trato quedó hecho y Victoriano transportaría las armas a La Chorrera. Hasta aquí la versión del historiador Sisneth.
Al final del escrito, Obando deja al lector tres preguntas interesantes: ¿qué habría sido de Victoriano Lorenzo si no hubiese sido fusilado? ¿Se le habrían reconocido los méritos y merecimientos granjeados en el fragor de la batalla?, ¿Su más cercano colaborador y amigo Belisario Porras, a quien le fue íntegramente leal, adepto y defensor, le habría considerado en su gabinete, o cargo diplomático alguno en sus periodos presidenciales?, ¿Los campesinos y en especial los pueblos indígenas fueron acaso debidamente reivindicados por el Dr. Belisario Porras, durante su mandato, en recuerdo de Victoriano Lorenzo que le supo poner en tres días centenares de indígenas y campesinos para la lucha armada y en defensa del liberalismo? Más de medio siglo después de su muerte, el 13 de mayo de 1971, un decreto de gabinete de la Junta P0rovisional de Gobierno, declaró a Victoriano Lorenzo mártir de la causa emancipadora del pueblo panameño.