El administrador estadounidense Paul Bremer consideró muy improbable una "retirada" de Irak, mientras más de 300 iraquíes eran liberados de la cárcel de Abu Ghraib, en medio del escándalo por las torturas infligidas por soldados estadounidenses.
En la ciudad santa chiíta de Nayaf, donde los combates con las fuerzas de la coalición se recrudecieron, diez milicianos murieron, anunció el portavoz del jefe chiíta radical Moqtada al Sadr.
Ante responsables iraquíes, Bremer mencionó la posibilidad de que Estados Unidos abandone Irak pero lo condicionó a una petición iraquí.
"Si el gobierno interino nos pide que nos vayamos, nos iremos, pero no creo que lo haga", declaró Bremer.
"Es evidente que no es posible permanecer en un país donde no somos bienvenidos", agregó.
Los ministros de Relaciones Exteriores estadounidense, británico, italiano y japonés declararon que sus países retirarían sus tropas de Irak si el nuevo gobierno que asuma el 30 de junio lo solicitara.
La coalición ha sido socavada por el escándalo de malos tratos infligidos a los prisioneros iraquíes. Después de la visita del secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, a Abu Ghraib, en el centro de las denuncias de torturas, 315 detenidos iraquíes han sido liberados.