Más de 1,2 millones de cubanos, según cifras oficiales, marcharon ayer durante seis horas por el Malecón habanero en protesta por el endurecimiento de la política de EU contra la isla.
La movilización, convocada por el gobierno cubano contra la "política fascista" del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha sido la "más grande de la historia" del país contra el imperialismo, según la televisión oficial.
Una auténtica marea humana colapsó el Malecón habanero, donde se encuentra la Oficina de Intereses estadounidense, y las calles próximas.
La marcha paralizó La Habana, donde el gobierno decretó receso laboral para facilitar la participación popular.
A primeras horas de la mañana del viernes el presidente cubano, Fidel Castro, inició la marcha y aseguró que está dispuesto a morir luchando, si es necesario, por defender la revolución.
"Es un acto de indignada protesta y una denuncia contra las brutales, despiadadas y crueles medidas que su gobierno acaba de adoptar contra nuestro país", dijo Castro, en un mensaje dirigido contra Bush.