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EDITORIAL
El Rector Magnífico de la Universidad de Panamá
Hoy se escogerá al Rector Magnífico de la Universidad de Panamá. Debe ser una persona con probidad, de grandes ejecutorias y nutrida de profundos ideales nacionalistas y patrióticos, aparte del alto académico que debe tener su currículum vitae. En los últimos años, sin embargo, se ha cuestionado la participación del más alto dirigente de nuestra principal casa de estudio, y tanto los acontecimientos políticos como los que han incidido en la vida nacional han empañado en alguna ocasión la trayectoria de este funcionario superior que debe ser ejemplo para las futuras generaciones. El Rector de la Universidad debe ser un hombre prístino, su nombre debe ser objeto de transparencia por la honradez y eficiencia en su cargo. Debe ser un educador que deje huellas. Un docente que anime a las juventudes y motive con su ejemplo las fibras íntimas de la cultura académica y el ánimo de la cultura popular. Eso debe ser el nuevo Rector Magnífico de la Universidad de Panamá. Si por alguna razón su vida social y académica se ha visto salpicada de cieno debe retirarse inmediatamente porque esos hombres y mujeres superiores no admiten concesiones. Un Rector debe ser a tiempo completo y dedicarle mayor interés a fortalecer las disciplinas de avanzada y la transferencia de tecnología para estar a tono con los adelantos modernos de la informática y la tecnología digital. Pero bajo ningún aspecto debe descuidar el tema social tan sensible para la recuperación y fortalecimiento del personal educando. El Rector de la Universidad tiene que ser completo académica y socialmente, y alejado de la política partidarista. En un país como Panamá de grandes contrastes es difícil reunir tantos atributos, pero hay ciudadanos que tienen esos méritos y podrían obtener los laureles de liderizar nuestra principal casa de estudio. Ser Rector de la Universidad no es cualquiera. Tiene que tener cualidades sobresalientes. Una formación sólida que haga sentirse orgulloso a los estudiantes y profesores que vean en él un timbre de orgullo para sus aspiraciones.
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PUNTO CRITICO |
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