EDITORIAL
Nuevas Reformas
La oposición ha denunciado una supuesta intención del oficialismo de introducir nuevas reformas al Código Electoral, para permitir que ministros que aspiren a cargos en el Parlamento Centroamericano, permanezcan en sus cargos. Resulta inconcebible, que cuando ya el Tribunal Electoral ha dictado el decreto que reglamenta las elecciones del 2 de mayo de 2004, se hagan intentos para cambiar los reglas del juego.
Durante casi dos años, el Consejo de Partidos Políticos discutió un proyecto de reformas al Código Electoral, el cual permaneció en las esferas del Ejecutivo por varios meses. El documento que surgió no fue respetado en su totalidad y se introdujeron cambios, como eliminar la obligatoriedad de las primarias, que constituyen en retroceso en la democracia plena que requiere Panamá. Esas reformas fueron presentadas a la Asamblea Legislativa en el mes de diciembre, período en que los panameños estaban distraídos en la preparación de las fiestas navideñas.
Ahora, el gobierno debe cumplir la palabra empeñada de garantizar comicios transparentes y en esa línea debe desistir de cualquiera intención de introducir reformas de última hora, para favorecer a quien sólo Dios sabrá. En materia electoral no se puede estar improvisando. La planificación anticipada y no conceder ventajas a nadie, constituyen elementos primordiales para garantizar la pureza del sufragio.
Esta supuesta intención del oficialismo sumado a la demora en los desembolsos al Tribunal Electoral, pone en entredicho la palabra empeñada por el gobierno y alimentan las preocupaciones de diversos sectores en torno al desarrollo de los próximos comicios.
Esperamos que la denuncia de la oposición constituya una falsa alarma y que el Ejecutivo no introduzca nuevas reformas electorales, para evitar que la situación se aproveche para introducir elementos que perturben la próxima campaña electoral.
PUNTO CRITICO |
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