La ministra de Gobierno y Justicia, Olga Gólcher, durante su visita ayer a la cárcel pública de La Chorrera, fue enfática en señalar que si no se mejora el servicio de la comida a los internos, el contrato será rescindido.
Dijo inmediatamente que se percataron de la anomalía, se enviaron notas muy serias con una advertencia: "o mejora la calidad y el servicio de la comida o nosotros procederemos como dice la ley, a rescindir el contrato".
Sin embargo, señaló que no hay ninguna ilegalidad en el contrato, ya que lo que hay es una denuncia presentada ante las autoridades competentes, que recabarán las pruebas, pero dentro de su ministerio no han encontrado nada de eso. También se está tratando la consecución de transporte para los detenidos.