Estamos presente contigo, nuestro valeroso y cumplidor amigo Rommel.
Un año más de ausencia física, de quien guardamos un profundo recuerdo y respeto a su memoria; tu partida fue un golpe inesperado.
El Todopoderoso está cuidando un lugar especial para tu descanso eterno.
Recordamos tu hidalguía e insuperable don de decencia y caballero cabal.
Nosotros, los placinos, estaremos siempre orgullosos de ti; te tenemos presente en todo momento, haciendo ruegos por ti.
¡Te damos un hasta luego!