El Gobierno de Taiwán mostró ayer su preocupación con respecto a las conversaciones entre el presidente de Panamá, Martín Torrijos, y el líder de EU, George W. Bush, sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas entre el país centroamericano y China.
Según el subsecretario general del Consejo Nacional de Seguridad de Taiwán, Chang Hsu-cheng, que indicó desconocer la respuesta de Bush, Panamá concede gran importancia a la opinión de Washington con respecto al establecimiento de lazos con Pekín, que resultaría en la ruptura automática de relaciones con Taipei.
"Panamá es un veterano aliado de Taiwán y esperamos que resista a los trucos de Pekín, que ofrece engañosos cheques en blanco para arrebatar aliados a Taipei", manifestó Chang.
China ya ha logrado que Dominica y Granada rompan sus lazos diplomáticos con Taiwán, y ahora sus objetivos son Panamá y Paraguay, dijo el subdirector de la Fundación Democrática de Taiwán, Lin Wen-cheng, preocupado por la expansión de la influencia china en Latinoamérica, donde Taiwán tiene 12 de sus 25 aliados diplomáticos.
Expertos en la isla proponen intensificar los lazos con Estados Unidos y Japón, para contrarrestar la expansión de la influencia china en Latinoamérica.