Darle una tanda de golpes no era suficiente. El hombre quería abrirle un hueco en el ojo a punta de coazos.
La sangrienta riña se originó en El Nanzal de Ocú, donde dos ex amigos se olvidaron de las buenas palabras y por poco se matan.
El que se llevó la peor parte fue Orlando Javier Sánchez Saavedra, de 34 años, quien fue golpeado salvajemente en el ojo derecho con el palo de la coa, y no sólo eso: su enemigo le fracturó el pómulo.
Según testigos, el hombre que casi le saca el ojo al otro es un ciudadano de nombre Marco Barría.
Chávez Saavedra fue atendido en primera instancia en el Centro de Salud del lugar y luego lo trasladaron al Hospital Santo Tomás. Ya le dieron de alta.