Cerca de 100.000 personas participaron ayer del funeral de las víctimas de la matanza de Erfurt el pasado viernes, en el instituto de enseñanza secundaria Gutenberg.
Bajo un cielo gris y llovizna, los alemanes rindieron el último homenaje a las 16 personas asesinadas por el estudiante de bachillerato, Robert Steinhäuser, antes de suicidarse.
Steinhäuser al parecer había planeado desde hace meses asesinar a los profesores del instituto después que fuera expulsado en octubre pasado por problemas de conducta.
Entretanto, los padres y hermanos de Steinhäuser pidieron perdón públicamente por el dolor causado a las víctimas, sus familiares, e incluso al resto de la población de Alemania. |