EDITORIAL
Feliz Día del Trabajo
Los trabajadores recuerdan hoy la gesta del 1 de mayo de 1886, una jornada desarrollada en reclamo a la jornada laboral de 8 horas. El centro de una masiva huelga fue la fábrica de maquinaria agrícola Cirus MacCormick, donde la Policía intervino y seis trabajadores murieron. En los días subsiguientes, los enfrentamientos continuaron y el número de víctimas se incrementó. Esa histórica jornada fue la que dio paso al Día del Trabajo, que hoy se conmemora en la mayoría de los países incluyendo a Panamá.
La recordación de esa gesta toma a los trabajadores panameños sumidos en una crisis económica, que provoca un desempleo de casi el 16 por ciento. Además del casi millón de personas que clasifican en la categoría de trabajadores, un tercio desempeña labores dentro del desfavorable sector informal.
Para los desempleados resulta un gran trabajo conseguir trabajo. A los jóvenes no se les contrata, porque casi siempre media la exigencia de contar con experiencia. A los más viejos -aquellos de 35 años para adelante- tampoco se les quiere, porque ya cuentan con una edad muy avanzada para ingresar al sector productivo. Todo esto es contradictorio, pero así es la situación de Panamá.
Las leyes laborales se reforman cada cierto tiempo con el propósito de atraer las inversiones extranjeras y las zonas procesadoras para la exportación, que nunca llegan. Claro que las legislaciones deben adecuarse a las necesidades del presente, para enfrentar la competitividad internacional, pero la base de todo cambio debe tener como base la productividad.y la calificación de la mano de obra.
A pesar de ese panorama para nada halagador, hay algunos indicadores positivos. En los últimos meses no se han registrado huelgas significativas, salvo la realizada hace poco por 24 horas en la construcción. Además los sindicatos obreros, de manera responsable, se han sumado a los diversos esfuerzos de concertación para reactivar la economía y superar la crisis actuarial del programa de Invalidez, Vejez y Muerte.
Sin claudicar en sus conquistas, los trabajadores deben tratar de mantener relaciones de mutuo respeto con los empresarios, ya que juntos suman el capital necesario para que el país genere riquezas y por ende alcance un mejor desarrollo.
Desde 1886 a este nuevo milenio, las cosas han cambiado mucho. Se han superado los abusos de aquella época y esperamos que las cosas mejoren, sobre todo para que los obreros panameños que puedan vivir con dignidad y con los ingresos suficientes para que no padezcan las cotidianas presiones económicas que hoy sufre. Feliz día.
PUNTO CRITICO |
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