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No se admiren porque utilicé en el título la palabra, "obrero" en vez de "trabajador"; esto obedece a un solo propósito: exaltar la figura de San José, padre terrenal de Nuestro Señor Jesucristo, a quien el Calendario Católico ubica en el día 1 de mayo, señalándolo como el patrón de los obreros, calificativo éste (obrero) que, bien entendido, abarca a todo aquel que ofrece sus servicios por una paga, llámesele sueldo, salario, emolumento, etc.
Y si bien los obreros toman muy en serio la gesta de Chicago que dio origen a lo que hoy y todos los años para esta fecha, se celebra como Día del Trabajador, confieso que todavía no he visto, ni escuchado, ninguna referencia al padre de Jesús, o sea, José, hoy conocido como San José. Lo cierto es que con las grandes y valientes luchas que se derivan de tantas inconsecuencias laborales; de tantas violaciones a los derechos, lo mismo que al conculcamiento de las conquistas de los trabajadores, pareciera que no hay tiempo ni espacio para también venerar a ese por quien la Iglesia este día, 1 de mayo, lo recuerda como un obrero.
Pero, ¿cuál fue la profesión, u oficio, que se atribuye a San José" Realmente no importa saber a qué se dedicaba José, el marido de la Virgen María... Es más, Jesús también fue obrero - carpintero, creo - y como sabemos, no se distinguió como constructor. Lo importante aquí es reconocer que dentro de las filas del obrerismo, están aquellos que en primera línea fijaron los destinos de la comunidad trabajadora, el uno esposo de la madre del mundo, y el otro, hijo del padre de la Creación, lo cual para los trabajadores panameños debe tener una especial significación, por cuanto aquel, San José, se erige como el Santo Patrono de los obreros, mientras que éste, Jesús, es el confortador por excelencia de los fatigados cuerpos de los trabajadores, y quien es también el símbolo de la justicia social que incansablemente persigue y reclaman los obreros.
En consecuencia, yo les pido a los trabajadores que este 1 de Mayo, se "tomen el trabajo", de, cada uno, darle gracias a Dios por tener tan excelentes dirigentes obreros que interceden por ellos en sus justas peticiones que, a través de sus convenciones colectivas, sus pliegos de peticiones, pactos y acuerdos, los trabajadores, elevan ante sus respectivas empresas, ministerios o instituciones; todo esto, por supuesto, sin descontar el derecho que les asiste para recurrir a las otras instancias de fuerza como única vía para ser escuchados, y atendidos. Feliz día, trabajadores panameños, y no olviden que este es el Año de las Decisiones. ¡Au Revoir! |
