CUARTILLAS
Opiniones
Milcíades A. Ortiz Jr
Faltando pocas horas para
que termine el bochinche de estas elecciones, quise preguntarle a mi gente
sobre cómo le había ido en estos comicios que serán
los últimos del milenio en Panamá.
Allá en el Parque de los Aburridos encontré a "Cojinoa"
más flaco que nunca. Ojeroso, dijo que como sabía que había
que aprovechar el "aguaje" económico electorero, ha estado
"matando camarones" todas las horas del día.
Aclaró que por ser un vivo ejemplar del panameño pobre
y desmirriado, incluso llegó a aparecer en una cuña de televisión,
donde se le vieron muy bien los huecos que tiene en la boca por los dientes
que le faltan.
"Nunca pensé que mi cara fea, de pobre muerto de hambre me
daría tantos reales", dijo el ex pescador de Puerto Caimito.
En voz baja confesó que tiene escondido el dinero en una lata de
sardinas... pero no dijo dónde. "Cojinoa" no cree en los
Bancos y prefiere ocultar la platita que hizo en estas elecciones, en cualquier
sitio.
La cosa estaba tan buena, que trabajé para varios partidos a la
vez. Lo malo es que a veces se me olvidaba a favor de quién tenía
que gritar",... señaló riéndose este personaje.
Por allí cerca encontré al gordo "Tamboril",
quien tuvo una buena actuación como "guarda-espaldas" de
ciertos candidatos. También él estaba satisfecho con lo que
consiguió en estas elecciones.
Pero yo soy vivo, y llegué a inventar un grupo de maleantes que
se aparecían en el mitin y recorrido, asustando al candidato. Entonces
yo entraba en "acción" y dizque los correteaba. Eso me
produjo mis buenas propinas y hasta un candidato me prometió un puesto
firme si gana", aclaró el obeso migrante de Puerto Caimito,
donde ya no se pesca sino resfriados.
Quedé impresionado por la habilidad de estos humildes panameños,
en aprovecharse del proceso electoral para conseguir algún dinero.
En términos generales actuaron bien, aunque hay que perdonarle alguna
que otra bellaquería.
Lo que sucede señor periodista, es que el pobre tiene que aprovechar
cualquier oportunidad para conseguir ahora algo de dinero de los políticos.
Después, cuando lleguen al poder, será casi imposible que
se acuerden de uno y nos llenen la portavianda", dijo con voz ronca
la enorme "Panga", con el delantal lleno de residuos de masa de
hojaldres.
Casi me río cuando observo que tiene en su cabeza de cabellos
"cuscús" una enorme redecilla verde. Ante mi asombro aclaró:
"Ahora con la política, me exigieron que hiciera mis hojaldres
con esta cosa en la cabeza, dizque por higiene. Y bueno, tuve que aceptar
el sacrificio para poder levantar billete".
También la "Panga" había hecho "aguaje"
en estas elecciones, pues sus frituras eran muy buscadas por los políticos.
"Más de uno se retrató comiendo hojaldres, para aparecer
como del pueblo y me daba mi "salve", señaló riéndose
la trabajadora dama, representante de la mujer pobre panameña.
Claro que mi curiosidad periodística me llevó al viejo
café de Santana, donde estaba el Cholito Mesero. También aparecía
algo flaco y cansado, pero se le veía feliz. Me saludó satisfecho
de la vida y me llevó a un rincón.
Esto ha sido fabuloso, aunque sigo lamentando no haber fundado mi partido
"Bistec con Papas". Conseguí plata de todo el mundo, sin
importar partido, porque yo no soy político. Di asesoría sobre
"cómo parecer un candidato "runcho", del pueblo. Hasta
dicté seminarios sobre qué palabras decir, cómo caminar
y vestirse para el pueblo", dijo el Cholito Mesero sin parar.
Luego sentenció: ¡"Ojalá las elecciones ocurrieran
dos veces al año"!

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