EDITORIAL
Cierre de campaña política
El candidato oficialista
Martín Torrijos, respaldado por la fuerza que significa ser el abanderado
del gobierno, se propone impactar a la nutrida concurrencia que sin duda
alguna acudirá masivamente a la jornada de cierre de campaña
que se verificará en el día de hoy.
Martín Torrijos es un candidato joven que hace mantener las expectativas
frente a los que le cuestionaron por ser una figura del continuismo y comprometida
con los errores del actual gobierno.
No se pueden desestimar las opciones de este candidato que ha mostrado
un rostro fresco, lleno de esperanza y con propuestas coherentes. El peregrinaje
lo ha llevado a escudriñar problemas sociales y ello debe merecer
la atención de los que estiman que es una alternativa para nuestro
país.
El ser joven no es un descrédito. Aparte de la gran experiencia
de un hombre como Raúl Arango y Laurentino Cortizo le da una aureola
a la nómina Nueva Nación porque se combinan talentos que tienen
como meta la redención económica y social de este país.
Pronosticamos que el cierre de campaña de Martín debe ser
apoteósico, así como lo fue la demostración de fuerza
del Ing. Alberto Vallarino que se ha mantenido en la batalla sin diatribas
ni insultos, pero en forma aguerrida y valiente, desafiando las encuestas
en contra.
El cierre de las campañas políticas es la culminación
de la fiesta democrática del 2 de mayo donde los panameños
elegiremos al próximo Presidente constitucional de la República.
Martín Torrijos, Mireya Moscoso o Alberto Vallarino, cualquiera que
elijamos los panameños, tiene un reto por delante frente a la reversión
del Canal. Lo que es más importante en este aspecto es el rescate
de la soberanía panameña y atender los grandes problemas sociales
que se nos avecinan. Los objetivos de los tres candidatos deben ser, conducirnos
a un destino superior porque Panamá se lo merece. Por lo tanto, exhortamos
a las tres nóminas de la contienda electoral a sumarse a los esfuerzos
de que esta sea una patria más grande, próspera y feliz en
la alborada del siglo 21.


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