Hace un año se creó en Tokio un robot - traje, una especie de esqueleto externo cibernético cuyo objetivo es facilitar los movimientos de ancianos y disminuidos físicos.
El invento, bautizado con el nombre de Hal, iba aumentando su fuerza de manera considerable.
Este año crean un nuevo proyecto, también para ancianos, pero algo distinto.
Se trata de un robot que puede llevar comida y medicinas, hacer sonar las alarmas en caso de que en la casa haya escapes de agua o de gas, mandar mensajes de texto o video a familia y amigos e incluso cantar canciones o jugar al ajedrez.
El aparato, de 1,6 metros de altura, podría estar en las tiendas dentro de dos o tres años. No sabemos cuándo llegue a Panamá.
|