Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.
Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía. Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte.
Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: "Su puerta notiene cerradura, ¿Cómo se hace para abrirla?" "Así es, " respondió el pintor.
"Porque esa es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro".
¡Solamente repite esta frase y verás como se mueve Dios!: "Señor Jesucristo te amo y te necesito, ven a mi corazón por favor".
Historias como la de este pintor hay muchas en este país. Hay personas que se sienten tan solos o solas que en vez de buscar fortaleza buscan en la bebida, el cigarrillo o la droga un momento de "espiritualidad" fugaz, pero cuando se termina todo quedan más vacíos que como empezaron.
¿Cree que la felicidad consiste en tener cosas, buen trabajo, dinero o fama? Entonces por qué la vida de los artistas han terminado en lo más bajo después de tenerlo todo. La respuesta a esto es porque no le han abierto la puerta de su corazón a Jesús.
Si usted le invita a pasar, téngalo por seguro que toda su casa, toda su vida será ordenada para siempre y más nunca se sentirá sólo.
No pierda esta oportunidad de ser feliz, inclusive más allá de su muerte carnal. No es casualidad que hoy esté leyendo este texto. Pídale perdón a Dios y verá un gran cambio.