El gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha advertido a Irán que se inmiscuya en la política de Irak y su "camino hacia la democracia", dijo el miércoles la Casa Blanca. Si bien no confirmó explícitamente los informes de que agentes iraníes están entrando en Irak, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que "tenemos preocupaciones acerca de este asunto".
"Tenemos canales de comunicación bien conocidos con Irán y le hemos dejado en claro a Irán que nos opondremos a la interferencia externa en el camino de Irak hacia la democracia... la infiltración de agentes para desestabilizar la población chiíta caería claramente en esa categoría".
Fleischer no dijo a qué nivel o qué medios fueron empleados para enviar el mensaje a Irán, un país con el que Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas.
Un funcionario del Pentágono dijo el miércoles a CNN que informes de inteligencia recibidos en los últimos días indican que un número desconocido de agentes vinculados con Irán han entrado en el sur de Irak para promover intereses iraníes y chiítas entre la comunidad chiíta de la región, la mayoritaria en esa parte del territorio iraquí.
Los informes indican que los iraníes están operando en torno de Najaf, Kerbala y Basora. Algunos de ellos pueden ser miembros de la Brigada Badr, una milicia chiíta con sede en Irán, dijo un funcionario.
Además de preocupaciones acerca de los intentos iraníes por ejercer influencias en Irak, la Casa Blanca trata de minimizar algunas exhortaciones de iraquíes chiítas a establecer un gobierno de orientación islámica fundamentalista y atribuye ello a la "exuberancia de la liberación".
Fleischer dijo que la posibilidad de los chiítas de "celebrar una festividad que antes estaba prohibida fue recibida con alegría" por el presidente Bush. |