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En medio de sollozos, la familia Wilkinson no sabe qué es más triste, si haber perdido su vivienda tras un incendio, o tener la certeza de que una mano criminal les haya quitado lo poco que poseían, al prenderle fuego a su morada.
Afortunadamente la familia Wilkinson, residentes en la comunidad de Cristo Rey en Penonomé, el domingo en la noche no se encontraba en su vivienda, ya que asistieron a un culto en una iglesia Bautista, de lo contrario, al igual que la perrita que poseían, hubiesen quedado consumidos por las llamas que les dejaron sin nada.
Ana Esther Moreno, madre de tres niños y esposa del señor Wilkinson, señaló que cuando llegaron a su vivienda "todo estaba quemado, nos quedamos en la calle, pero Dios nos ayudará y los hermanos bautistas nos dieron hospedaje".
Moreno dijo que al salir de su casa no dejó nada encendido, por lo que sospecha que hubo mano criminal en el hecho.
"Esto no fue un accidente, ya que regaron gasolina alrededor de la casa de zinc para incendiarla", señaló muy segura de sus declaraciones, indicando que cerca de donde viven residen dos enemigos de la familia, sin embargo, no se atrevió a acusarlos directamente.
La señora Moreno junto a sus tres hijos, Ezequiel, Israel y Rut Wilkinson, piden ayuda a todas las autoridades, ya que no poseen nada, sólo el terreno que les donó la Alcaldía. |
