Las interrogantes que surgen durante los nueve meses de embarazo son muchas, y una de las que no puede ignorarse es la alimentación que debe tener la futura madre.
Lo ideal es que ella se prepare con meses de anticipación antes del alumbramiento con suplementos de ácido fólico, que ingiera el doble de nutrientes, pero sin duplicar su aporte calórico.
Comer sano es sinónimo de un embarazo feliz. Si estás esperando un bebé no comas por dos, aliméntate por dos, que es muy diferente. Estos son dos de los consejos clave que los médicos y nutricionistas dan a las mujeres para asegurar su calidad de vida y la del futuro bebé.
Durante el embarazo, en la alimentación no puede faltar el pan, los cereales y las patatas -mejor en sus variedades integrales-, que deben representar el 70 por ciento de nuestra dieta".
Lleva una dieta completa y equilibrada. Hay que comer de todo: carne, pescado, huevos, nueces y legumbres, que son alimentos fuente de proteínas, vitaminas y minerales. Es recomendable que consumas periódicamente leche y productos lácteos que proporcionan calcio y proteínas.
Ojo, también debes tener cuidado con el azúcar. Aunque "a nadie le amarga un dulce", si se está esperando un niño, será mejor esperar a tener el bebé porque, al igual que las grasas, los dulces deben ser mínimamente consumidos durante el embarazo.
Lo que sí se debe "ingerir por dos" son los nutrientes. El calcio es fundamental para el desarrollo de los dientes y huesos del bebé. Además en la leche, también podemos encontrarlo en las hortalizas de hoja verde oscura, en el pan, las legumbres, los frutos secos y el pescado azul.
Como regla general, la ganancia de peso en un embarazo no debe superar las 28 libras y la ingestión de calorías recomendada se sitúa en torno a las dos mil.
Es importante considerar las frutas y hortalizas, no olviden que se debe tomar al menos cinco raciones diarias y que el zumo de frutas sólo cuenta como una ración, y explica que la clave para llevar un perfecto embarazo es hacer una dieta lo más equilibrada posible.