Este columnista no discrimina nada ni a nadie...Soy un individuo de mente abierta y estoy dispuesto a entender cualesquiera situación, por rara o descabellada que parezca. Pero...
Cuando se pretende reclutar a afeminados a las filas de un cuerpo castrense, cuyos miembros son de sangre caliente y tendencias "tropicalizadas", para poner en funcionamiento a elementos del "tercer sexo", eso ya es una clara invitación a un tremendo desorden e indisciplina no solo dentro de las filas de la Policía Nacional, sino también a nivel del resto de la comunidad.
Los homosexuales y las lesbianas son tan seres humanos como los llamados 'heterosexuales' que se creen los reyes de la cama. Sin embargo, el Señor Mirones comete un desatino al creer que los "terciarios" sexuales pueden fusionarse muy normal y campantemente con el resto de la jauría (de lobos, lobas y linces)...Se equivoca Señor Mirones, porque el irrespeto, el desorden y la indisciplina se van a convertir en constantes y permanentes focos de conflictos emocionales, donde Asuntos Internos de la Policía Nacional se van a cabrear a tal punto que terminaran, unos, renunciando, y otros, a tirar papeles al aire en un gesto de rebeldía administrativa; y debido esto, usted como Director de la institución, va a quedar tan malparado que todos esos "muchachitos"y "muchachitas" que acusan esas señas de pertenecer al 'otro bando', ellos también se le van a voltear, al descubrir que en vez de haberles hecho un bien, lo que resultó fue que su autoestima y su moral se les fue al piso con tanta sobadera (de nalgas y de escrotos), lo mismo que piropos impropios y hasta indecentes y vulgares.
Yo que usted, Señor Mirones, me retracto, acepto mi mala apreciación sobre el asunto, y me reivindico ante todos, especialmente ante los hombres que usted representa. Está a tiempo para esto...; hágalo antes que alguno de esos transexuales se atreva a decirle, acariciándole la barbilla: ¡Ay papi, pero qué guapo! ¡Au Revoir!
