Con semblante de decepción, el entrenador del Liverpool, Rafa Benítez, reconoció ayer que el empate a uno ante el Chelsea en Anfield le había dejado "verdaderamente molesto" por haber encajado un gol en propia meta al final del partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones.
"Estoy verdaderamente molesto por encajar un gol al final y, por supuesto, ahora tenemos que cambiar nuestra mentalidad e ir allí con la idea de ganar", dijo con expresión de preocupación.
Tras empatar 1-1 ante el equipo que dirige el israelí Avram Grant, tras el fallo del noruego John Arne Riise, el técnico madrileño reconoció su "gran decepción" por este resultado.