Manchester United y Barcelona no pueden presumir de grandes y memorables enfrentamientos en las románticas noches de conquistas europeas.
La última gran cita que tuvieron estos dos data de hace diez años. No obstante, para el diablo rojo de Manchester, Barcelona y el Camp Nou tienen un recuerdo especial.
En ese estadio, el "ManU" le dio vuelta a una final de Liga de Campeones, para vencer 2-1 al Bayer Munich, con un gol a última hora del asesino con cara de niño, el noruego Ole-Gunnar Solskjaer, en 1998-1999.
Para los "cabalosos" es hora de sacar cuenta. Manchester y Barcelona se han enfrentado siete veces, con dos victorias por bando y tres empates.
El mejor resultado lo logró el Barça, en la temporada 1994-95 cuando el "Dream Team liderado en el banquillo por Johan Cruyff, y en el campo Romario, Stoichkov y Koeman le endosó un 4-0 a los de Sir Alex Ferguson.
Sin embargo, ese partido fue en la ronda regular, pero el de hoy tiene un valor agregado. Colocará a uno de los dos como candidato a rey de Europa.
Ahora el Barcelona es anfitrión, en la que apelará a su patrón Sant Jordi, para ponerse en la final de Moscú, que sería un bálsamo para esta negra temporada.
FACTOR SANT JORDI.
La última vez que al Barcelona le tocó jugar en una semifinal de la Liga de Campeones en la fecha de su patrono, lo hizo recibiendo al Real Madrid y con la tapa de un periódico, el gesto de la mano señalando el dos y el estadio presentó un mosaico que decía "2 a 0 y a Glasgow.
Al final, el Barça encajó dos tantos, uno del genio francés Zinedine Zidane y el otro de Steve McManaman. Ese día el santo fue "merengue".
ENTRE PICAROS
Decir que Messi y Cristiano Ronaldo son talentosos y pueden cambiar la historia de un partido es lo más cercano a la redundancia, lo único que mantiene la diferencia entre ambos en Europa son los goles.
El portugués es el capo del gol en la presente edición de la Liga de Campeones, es el ser más deseado del fútbol del Viejo Continente, su juego es sencillamente vértigo, no tiene una posición fija en el frente de ataque, y también una gran seguridad en sí mismo.
Mientras que Messi es como el santo al que se aferra al barcelonismo para pasar esta eliminatoria.
El argentino llega justito para este partido ante las bajas sensibles de Ronaldinho, con sus pensamientos quizás en Milan y sin Deco.
EL PARTIDO
Ferguson es un hombre que conoce de fútbol, trasladó la presión de la semifinal al Barcelona, a pesar de que el equipo culé no ha logrado buenos resultados en las últimas semanas, pero el escocés es consciente de que las noches de Copa son especiales, diferentes y el favoritismo es un peso difícil de sobrellevar. Ese, mejor que lo cargue otro.
Por la contra, Frank Rijkaard transmite optimismo para sus jugadores, quizás en el fondo el holandés quiera repetir la gesta del Madrid y levantar la "orejona" y salir, si así fuera, por la puerta ancha del Camp Nou.