INQUIETUDES
Carta
de un amigo y colega
*Manolo Alvarez
Cedeño Morán Cenci Periodista Canal Trece.

Redacción
Crítica
en Línea
El domingo pasado
leí la columna que escribe en Crítica Libre, el
guerrero del periodismo nacional Toño Díaz, de
quien recibí sabios consejos, a mediados de la década
de los ochenta, sobre el comportamiento de los políticos,
cuando me inicié en esta profesión por vocación,
que me ha dado la oportunidad de conocer más profundamente
al ser humano. Y es que el domingo, el periodista - folclorista,
por cuyas venas corre un torrente de inquebrantable voluntad,
dialogó con sus lectores sobre sus experiencias en ese
pueblo llamado Chame, donde el enorme cerro que vigila de cerca
de los chameros, ha sido testigo de los cambios que el tiempo
le ha impuesto a este poblado. Toño se hizo en voz alta,
algunas preguntas sobre sus amigos chameros de la década
del cincuenta, y con su permiso, le responderé las que
pueda. Es cierto amigo, Toño, que Las Peñitas,
como se le llamaba en su tiempo, o Las Espeñitas, como
la conocimos los que somos un poquito más jóvenes
que usted, fue casi devastada por las insaciables y glotonas
maquinarias, que pulverizaron sus peñas y tragaron sus
arenas. De ese paso, lleno de cascajal, sólo quedan los
recuerdos, porque debido a la acción depredadora, en ese
lugar el río cambió varias veces de curso. Paso
en Medio ha tenido sus altas y bajas, porque, de repente, el
agua se torna llanita, también por la acción que
las maquinarias traga-naturaleza tuvieron allí. Igual
suerte corrió La Yeguala, del difunto Candelario, quien
a muchos nos deleitó con aquella dorada y dulce miel de
caña, mientras que a otros brindó la alegría
y la fuerza de aquel guarapo, que mis tíos capitalinos,
Toñito y César, al igual que mis padrinos Papito
el Gordo y Papito el Flaco, disfrutaron en compañía
de Bolita, y Peter, mi viejo Moyo, mi tío Che y mi primo
Lucho Planta, entre otros. Toño, de tus amigos te puedo
decir que Sixto Lasso, Osiris, y todos sus hermanos, a quienes
en Chame se les conoce cariñosamente como los Patsuá,
siguen llegando al pueblo religiosamente, para cargar a los santos,
el Viernes de la Semana Mayor. Pablo Lasso, continúa cargando
el Cristo del Santo Sepulcro, como lo prometió, en pago
de una manda. Te cuento que ahora esta familia ha crecido tanto,
que creo que los de la nueva generación, como El Coco,
Mario Jatan, el Cieguito, y los otros, tendrán que alojarse
en carpas, porque ya no caben en la casa, aquella, que está
localizada en la avenida principal chamera. Recuerda Toño,
que es esa calle, la que conduce directamente a la iglesia San
José, donde se detiene la avenida, justo en una de las
puertas del templo, que le sirve como una especie de dique imaginario,
que impide que la calle llegue hasta el mismísimo cerro.
De Tito Muñoz, por quien también preguntaste, te
digo que se encuentra bien, en compañía de su esposa
Josefa. Su hija Maritza, tiene una hija, ya mayor de edad, llamada
Itzen. Su hijo Francisco, vive en Bejuco, con su esposa y su
hija, mientras que lamento comunicarte, que Getulio falleció
hace dos años. Él también dejó dos
hijos. A Lalo Marulanda, lo vi el fin de semana pasado. Los demás
Marulanda, siempre están visitando el pueblo, pero al
igual que en el caso de los Patsuá, la nueva generación
de esta familia es grandísima. No preguntaste, Toño,
por Falín, quien como recordarás, hace los mejores
raspa'os del mundo. Él sigue con su quiosco, a un paso
de la Iglesia. También recuerdo que un Viernes Santo,
observé que estabas en casa de Tile Lasso y su esposa
Cándida Rosa. Te encontrabas con tu señora y tu
hijo. Te cuento que Tile, Cándida, y sus hijas Chomba,
Nelvín y Elsie, están bien. En relación
a la familia colega, sé que el excanciller Oydén
Ortega Durán se encuentra bien, al igual que su hermana,
Oreyda Julieta Ortega y su madre, Tomasita. A Orlando, Lando,
lo veo siempre en la Asanblea, y Olimpo, Pito, vive en Chame.
Del padre Villalobos, aquel sacerdote que los chameros nunca
olvidamos, te cuento que en diciembre del año pasado,
hable con él por teléfono, ya que estaba interesado
en entrevistarlo sobre Omar Torrijos, de quien fue su amigo.
Villalobos me dijo que estaba bien y que recordaba a los chameros.
La Semana Santa en Chame, Toño, continúa siendo
muy concurrida por quienes nunca han perdido la fe en el milagro
Cristo chamero. El año pasado bajaron algunas personas
de los poblados cercanos, con los "santitos", lo que
no sucedía desde hacía tiempo. También tengo
que decirte que el cañón artesanal Berta, que se
disparaba para estas fechas, en honor al Cristo, hace mucho que
no lo activan, por lo que no sé si todavía funciona.
La matraca, que anunciaba las festividades religiosas, no la
hacían sonar hasta que el año pasado yo lo hice;
espero que este año alguien lo haga, para que la tradición
no se pierda. Los repiques de la campana de la iglesia, siguen
dándose para anunciar las misas, pero no son iguales como
cuando lo hacía el ahora difunto Con y sus amigos. El
león del parque, sigue siendo el monumento favorito de
los niños del pueblo. Toño, aprovecho esta líneas
para agradecerte el tiempo que dedicaste al plasmar los recuerdos
que tienes de mi pueblo Chame, en el que nací y están
mis raíces, mis padres Moyo y Nidia, y los mejores recuerdos
de mi vida, porque chamero soy, y muy orgulloso estoy de serlo.
Chame también es tu pueblo, porque el corazón de
los chameros siempre está abierto para los amigos. ¡Gracias,
maestro Toño!
*Manolo Alvarez Cedeño Morán Cenci Periodista
Canal Trece.
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