Bon, manjar tradicional de los colonenses

Ana Bolena Ayarza
Colón / EPASA
La Semana Santa en Colón está llena de muchas creencias y tradiciones como lo son la bendición de palmas, la visita al Monumento el Jueves Santo, el consumo de mariscos, al igual que el sahumerio con inciensos en los hogares. Una de las costumbres más arraigadas es el consumo del bon (pan de dulce sin levadura) en la Costa Atlántica de este sector. Para estos días se observa por las calles gran cantidad de puestos ambulantes donde se vende el preciado manjar, pero quisimos destacar a una familia que desde hace 35 años se ha dedicado a mantener la tradición de la venta del bon. Roberto Layden, ex militar jubilado del ejército norteamericano, señala que su madre Edna Price, se dedica a este arte culinario desde hace 35 años en Semana Santa, mientras que él, su hermano y su esposa desde hace seis años. Indica que para estas fechas regularmente se venden de 6 mil a 8 mil bones a personas no solamente de esa provincia, sino también de otros puntos del país y del exterior. Como nota particular señaló que el año pasado estudiantes de la Universidad Complutense de España se llevaron veintidós bones para sus compañeros y hace aproximadamente dos semanas recibió una nota solicitándole que les enviaran más. Durante varios años distribuyeron de manera exclusiva a las bases militares, y que actualmente personal que se ha quedado en Panamá, les han hecho pedidos. Agregó que el bon se hace con harina, frutas, pasas e ingredientes secretos. La falta de levadura es por tradición, ya que en la época de Jesucristo se usaba el pan sin levadura, con un peso de dos libras cada uno. Acotó que son muchas las personas las que hacen los bones para ganarse un real, pero por ahorrarse no lo preparan con los ingredientes reales y tradicionales. El colonense más que todo en Viernes Santo, tiene sobre su mesa un bon adornado con queso y mantequilla, acompañado de un vaso de leche, tan apreciado por su particular y delicioso sabor.
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