EDITORIAL
Violencia en Semana Santa
Cuando todo indicaba que la Semana Santa iba a transcurrir sin mayores contratiempos, sobre todo por el recogimiento y la reflexión que nos deben motivar estos días, la comunidad se encuentra alarmada por los hechos de violencia que se han registrado. Un estudiante mata a otro en las cercanías de un colegio en el corregimiento de Betania; mientras que en Pacora un policía y un vendedor son salvajemente asesinados, para robarle 7,000 balboas. ¿Qué la pasa a la sociedad panameña?, ¿En qué estamos fallando?. Lo sucedido nos debe motivar a reflexionar, porque los niveles de violencia son preocupantes, sobre todo entre los jóvenes a quienes les importa un comino asesinar a otro semejante. Siempre, en mayor o menor grado, ha existido delincuencia en el país, pero ahora los maleantes no se conforman con robar, sino que asesinan a sus víctimas. Las armas se adquieren fácilmente y prueba de ello, es la cantidad de menores que tienen en su poder un revólver, el que utilizan ante cualquier diferencia que mantengan con otra persona. La situación merece un exhaustivo análisis de las autoridades policivas, judiciales e involucrar a otros profesionales, con el fin de buscar recomendaciones tendientes a reducir el nivel de violencia en las calles. Hoy los familiares del estudiante, del policía y del vendedor asesinados, lloran por la pérdida de un ser querido, pero mañana la tragedia puede tocar la puerta de cualquiera, razón por lo que debemos atender el problema de la violencia. Los padres de familia, juegan un papel fundamental en esta tarea. No puede ser posible que un menor de edad mantenga en su poder armas sin que su madre o padre se den por enterados. Tampoco es posible que nuestros hijos lleven al hogar objetos valiosos sin que se conozca la procedencia de éstos. Los padres no podemos hacernos de la vista gorda ante esas situaciones, ni ser alcahuetas de estos actos delictivos. Las autoridades también deben cumplir su tarea de vigilancia y poner en ejecución programas de orientación y deportivos para alejar a la juventud de las actividades delictivas.
PUNTO CRITICO |
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