Me preguntarán Uds., si los jóvenes drogadictos en su mayoría son de familia con dinero, de la clase media y alta. ¡No! La droga afecta a cualquier nivel socio-económico, aunque es mejor negocio con los que más dinero tienen.
Mencionaré algunos casos de enviciados con drogas que eran de la clase baja, pobre. Tengo que advertir que estos casos los conocí hace algunos años, aunque muy bien podrían estar ocurriendo ahora.
Recuerdo siempre la canallada que hacían algunos adultos que trabajaban en ciertos talleres por el cementerio de la capital. Vendían en cinco reales copos de algodón humedecidos en tinner!
Los clientes eran chiquillos del barrio, niños pobres que conseguían el dinero limpiando zapatos, vendiendo periódicos, pidiendo plata o asaltando los estacionómetros.
Y el tinner es una sustancia de venta permitida, que se puede conseguir en cualquier ferretería y hasta supermercados. Lo mismo ocurre con una goma fuerte usada para pegar modelos de aviones y autos.
Otro recuerdo amargo sobre esto, fue el grito angustiado de una dama que se comunicó conmigo por teléfono hace años. "Venga a verlos ahora mismo", me pidió. Se refería a niños de siete a diez años, que fumaban pedacitos de "piedra" o crack... en los pasillos de los multifamiliares de San Miguelito.
Cuando le pregunté por qué no los denunciaban, indicó que eso no servía de nada. Si la policía los arrestaba (si es que hacían caso a la denuncia e iban al lugar), entonces por ser chiquillos salían en libertad en pocas horas.
Y los chiquillos le hacían la vida imposible a quien sospechaba había hecho la denuncia. ¿Dónde estaban los padres de esos chicos viciosos? Los padres por lo general no vivían con ellos.
Las madres estaban fuera del hogar trabajando o buscando el sustento. Así los chiquillos andaban por la libre, haciendo lo que les viniera en gana y habían sido víctimas de inescrupulosos adultos que los enviciaron.
Ya son clásicos los ejemplos de vendedores de drogas en las escuelas secundarias y hasta primaria. Algunos se disfrazaban de vendedores de raspado, hot dog, pastillas, etc.
En ciertas discotecas existía hace años un "trago especial", que ponía "hight" a quien lo tomaba. Costaba más pero para los viciosos valía la pena.
No siempre son maleantes los que envician a los demás. También hay casos de mis propios compañeros, que inducen a la droga a sus amiguitos para poder pagar su propio vicio. Son los que se jactan que "la droga puede controlarse", que él es un ejemplo, que hace maravillas aumentando la potencia sexual, etc.
¿Qué deben hacer los padres y adultos? En primer lugar, hablar con franqueza a sus hijos sobre el peligro que son las drogas. Peligro tanto para la salud física, como para el futuro profesional del muchacho.
Hay que insistir que no se debe probar ni "por curiosidad" la drogas. Algunas de ellas envician desde la primera probada. Y enfatizar que no es fácil salirse después del vicio.
Además, los padres deben estar alerta al cambio de conducta de sus hijos; a las pérdidas de dinero y objetos de la casa, las malas amistades del niño, y en fin, a cualquier cambio de conducta.
Y, por favor no se avergüence, y busque ayuda adecuada si es necesaria. |