EDITORIAL
Fondos del narcotráfico
La decisión del Segundo Tribunal Superior de Justicia de revocar la orden de un juzgado inferior, que dispuso el archivo y por ende la devolución de 20 millones de dólares que presuntamente pertenecieron a los carteles del narcotráfico, evitó una avalancha de críticas sobre el Organo Judicial, de haberse ratificado ese fallo. Bajo el argumento de la prescripción de la acción penal, se pretendió levantar la aprehensión de medio centenar de cuentas que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), detectó en las operaciones C-Chase y el capo del Cartel de Medellín, Gonzalo Rodríguez Gacha. Las cuentas fueron congeladas hace 10 años, poco después de la invasión norteamericana a Panamá, pero la investigación de los delitos de esa índole es compleja y todavía no se concluyen los procesos. Una prueba de la complejidad de esas investigaciones, es que el mismo proceso de apelación demoró más de dos años en ser resuelto. Esta situación demuestra la necesidad de introducir mejoras a la legislación en referencia para agilizar los procesos de lavado de dinero. Además hay que dotar de recursos adecuados a las Fiscalías de Drogas para el desempeño de sus funciones, sin excluir el derecho a un debido proceso para los involucrados. En el pasado, las investigaciones por lavado de dinero no concluían con la cautelación definitiva de los dineros sospechosos de proceder de los barones del narcotráfico. Cuentas por más de 10 millones de dólares que le fueron congeladas a Rodríguez Gacha en el INTERBANCO, se esfumaron con la liquidación de ese establecimiento. Ojalá se puedan completar de manera definitiva los casos que motivaron la revocatoria del Segundo Tribunal Superior de Justicia y los 20 millones de dólares puedan pasar a los programas de prevención e investigación del narcotráfico del Ministerio Público. Esos dineros deben resarcir en algo, los gastos que genera la instrucción de las sumarias contra los delincuentes que utilizan nuestro país y sus facilidades bancarios para blanquear el dinero sucio del narcotráfico.
PUNTO CRITICO |
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