El Ejecutivo aceptó la renuncia del magistrado de la Corte Suprema de Justicia, José Abel Almengor, quien ayer puso su cargo a disposición.
El mandatario Ricardo Martinelli dijo que en los próximos días iniciará el proceso para designar un reemplazo.
La dimisión de Almengor la exigían grupos de la sociedad civil, luego de que la ex jueza Zulay Rodríguez denunció la organización de un complot para expulsar del cargo de la Procuraduría a Ana Matilde Gómez.
En una carta remitida al mandatario, Almengor señaló: "por el nombre de mi familia y en aras de la conciliación de la democracia en el país" pone su puesto a disposición. De concretarse la renuncia, la Asamblea Nacional de Diputados enviaría a la Procuraduría las siete denuncias formuladas contra Almengor.
Zulay Rodríguez dijo que el mandatario debería acoger la renuncia, para que el tema quede archivado, porque desaparece el objeto de la investigación que se mantiene. Esa renuncia es un paso para fortalecer la democracia, añadió.
Por su parte, el constitucionalista Ítalo Antinori reconoció que la renuncia de Almengor en efecto debía presentarse ante la autoridad nominadora que es el Presidente de la República y no ante el Órgano Judicial, como alegaron algunos miembros del grupo PAMAGO.
Además, explicó que de admitirse la renuncia, la Asamblea tendría que declarar sustracción de materia en las denuncias.
Entre tanto, el opositor Samuel Lewis Navarro alegó que con la renuncia de Almengor se cierra un capítulo deshonroso para la historia política y judicial del país. Esa salida era imprescindible si de verdad había intención de comenzar a levantar nuestra administración de justicia del abismo en el que ha caído, y ojalá prevalezca ahora la disposición del mandatario Martinelli para devolverle a la ciudadanía la confianza que ha perdido en sus magistrados.