Las primeras dudas sobre la ejecución de las reformas al proyecto que fija una prórroga hasta el 2014 de los beneficios relacionados al Programa de Interés Preferencial, contenido en el Plan de Ayuda a los Consumidores (PAC) planteado por el Ejecutivo, fueron expuestas ayer por los banqueros.
Mario De Diego, de la Asociación Bancaria, afirmó que tal cual fue planteada, crearía una serie de dificultades en el manejo administrativo de los préstamos, ya que un cobro de hasta $75 mil tendría que ser manejado en dos segmentos, es decir, los primeros $62,500 con la tasa del interés preferencial y el resto con otra tasa de interés.
La iniciativa en discusión propone aumentar a un 100% el subsidio de los intereses preferenciales para las viviendas de hasta $30 mil y amplía la cobertura de los beneficios a un valor máximo actual de $62,500, pero abarcando viviendas de hasta $80 mil.
El vicepresidente del Banco General, Eduardo Oliveira, aseguró que ningún banco está en capacidad de manejar dos tasas de un solo préstamo, por lo que vaticinó que si la ley es aprobada sin reforma, quedaría en letra muerta.
Por su parte, Mariana Reyes, de los Promotores de Bienes Raíces, manifestó que la ley crea una ayuda importante a la clase profesional del país. Mismo concepto mantuvo Walter Medrano, de la CAPAC, quien recordó que desde 1983, cuando se creó la Ley de interés preferencial, 106 mil familias han adquirido viviendas que incrementan su calidad de vida.
Sostuvo que sería saludable que el Gobierno analice ampliar los renglones de beneficio de la ley, ya que los costos de construcción de vivienda han aumentado en un 40%. A manera de ejemplo, manifestó que lo que antes se presupuestaba para construir una vivienda o apartamento de 100 metros cuadrados, en la actualidad alcanza para construir solamente 60 metros cuadrados.