Estoy desesperado Mons. Emiliani. Tengo 19 años y guardo un rencor grande en mi alma y una rabia intensa. No puedo perdonar a mi madre, quien me abandonó cuando tenía 6 años. Somos tres hermanos y vivíamos con mi mamá y la abuela. No recuerdo nada de mi padre, ya que nos dejó al poco tiempo de nacer. Mi madre se enamoró de un tipo y nos dejó con la abuela y se fue a vivir muy lejos de nosotros. Sé que después se fue a los Estados Unidos a casa de una tía y se enredó con otro hombre. Sé que desde allá le mandaba dinero a la abuela para nosotros, ahora quiere llevarnos a mi abuela y a mí a otra casa.
Ella vive ahora en casa propia y tiene un negocio de venta de joyas de fantasía y ropa que le mandan de Estados Unidos. Sé que le va bien, porque hasta tiene un buen carro.
Estimado muchacho. Hay dolor y frustración en tus expresiones. Siento que tu alma está desgarrada y no sabes cómo cobrarte esos años de abandono. En verdad lo que quieres es vengarte. ¿Cómo lo harás?. ¿Seguirás rechazando y ofendiendo a tu madre?. ¿Por cuánto tiempo la harás sufrir?. ¿Siempre?. ¿Qué ganarás con eso?. Enfermarte de odio y llegar a saborear la venganza y al final sentirte mal y arruinarte como persona. Qué sabes tú lo que pasó en el corazón de tu madre. ¿Por qué se fue con otro hombre?. No justifico su acción, pero entiendo que la gente anda buscando la felicidad fuera de sí mismo, y tantas veces se equivocan por eso. Nadie puede hacer feliz a nadie. La felicidad nace dentro hacia fuera. Ella estaba haciendo eso; buscando erróneamente que otro la hiciera feliz. Claro que fue un gran error de tu mamá el abandonarlos. Pero, ¿sabes acaso porqué los abandono?. Hay desgraciados que enamoran a las mujeres y luego las hacen realizar cosas tan absurdas como exigirles dejar a sus hijos. No le quito culpa a lo que hizo tu madre. Pero te pido que no la juzgues más. Que nunca se comunicó contigo...he ahí un misterio en el corazón de esta mujer.
Como cristiano aunque no recibiste mucho amor de ella, tú sí se lo puedes dar. Eso es lo que Dios quiere, y recuerda con El vencerás cualquier rencor, porque con El eres invencible.