Es difícil tocar el tema porque muchos no entienden de lo que se trata, pero en esta ocasión hablemos de religión y cristianismo. Usualmente, cuando un individuo se sale del sistema tradicional, siempre van y le preguntan: Hey, dicen que te metiste en la religión cuando es todo lo contrario, tal como lo dijo Charlie Cardona, el famoso cantante de salsa colombiano cuando una periodista panameña le preguntó: ¿Señor, usted se metió a la religión?
"No joven, me salí de ella, pues la religión esclaviza".
Para ampliar los conceptos permítame aclarar que el cristianismo no es una religión; es vida. Por lo general la religión consiste en un conjunto de formalismos y ceremonias. Aunque existe un sinfín de movimientos religiosos que va en aumento cada día, el cristianismo sobresale de toda religión. El genio del cristianismo es que su autor y cabeza está vivo; porque el autor de nuestra salvación es Jesucristo, el hombre glorificado que está a la diestra de Dios. Ninguna otra religión se atreve a reclamar esta distinción. Ni los más devotos fanáticos de las numerosas religiones del mundo se atreven a afirmar que el autor de su fe aún vive; antes reconocen que, como cualquier otra religión, sus autores u originadores ya han muerto y solo sus enseñanzas y credos permanecen. Por lo general, la palabra RELIGIÓN se usa en un sentido muy amplio, incluyendo el cristianismo mismo, pero al acudir a la única fuente sobre el origen del cristianismo, la Santa Biblia, no hallamos punto alguno de comparación. En muchas de nuestras instituciones de enseñanza, entre las materias que se cursan, encontramos una llamada Religión. Entre muchas religiones también se menciona el cristianismo, pero esto no es del todo acertado, porque el cristianismo es algo más que una religión. Es vida, mientras que una mera religión esta compuesta de obras muertas y ceremonias.
Hermano, si usted incurre en el error de llamar a una persona renovada, no corra a preguntarle si se metió en la religión.