En los últimos meses, el Canal de Panamá reforzó las medidas de seguridad por temor a ataques en su complejo de 80 kilómetros de longitud que comprende rutas navieras, esclusas y represas, y que causaría caos en la economía mundial.
Funcionarios panameños creen que cualquier ataque por parte de militantes islámicos buscaría seguramente cerrar el tránsito en el canal, ya que casi 4.5 por ciento del comercio marítimo mundial pasa a través de esa vía que une a los océanos Atlántico y Pacífico.
"Yo no creo que el problema sería tan grave en costo de vidas humanas si hubiera un atentado, gracias a Dios", dijo Stanley Muschett, portavoz de la Autoridad del Canal de Panamá. "Pero sí, sería devastadora (...) se le causa algún daño y lo haces inoperante. Así de sencillo", agregó.
América Latina se ha mantenido al margen de la "guerra contra el terrorismo" liderada por Estados Unidos, pero un cierre del canal causaría sería un golpe a la economía estadounidense ya que 14 por ciento de sus exportaciones transitan por ahí.
"El primer objetivo de los terroristas, además de la publicidad, sería cerrar el canal", dijo Joanna Kidd, una analista de seguridad internacional del Colegio King de Londres.
Además del efecto psicológico, las materias primas, la energía y la manufacturas serían afectadas en todo el mundo, agregó.Casas y carreteras muy cerca
La seguridad es especialmente problemática debido a que la zona del canal es hogar de miles de panameños. Caminos públicos apenas vigilados pasan a sólo unos metros del canal y de los 14.000 barcos que cruzan por él cada año cargando desde desechos nucleares hasta turistas estadounidenses.
Muschett detalló un amplio rango de objetivos posibles, entre ellos, las represas que almacenan agua fresca necesaria para llenar el canal.
"Primero, se pierde el agua y, segundo, produciría inundaciones para toda la gente que vive cerca", explicó.
Pese a los temores, el acceso a los objetivos potenciales mencionados parece estar relativamente abierto. A una hora de la Ciudad de Panamá, una carretera de dos carriles pasa a lo largo de la represa Madden, una de las instalaciones clave del canal.
En una reciente tarde, ningún trabajador del canal estuvo visible mientras un corresponsal de Reuters condujo un auto rentado por la represa.
Cuando se le preguntó sobre esos puntos débiles, el jefe de seguridad del gobierno panameño, Ramiro Jarvis, dijo que más botes de policía patrullan el canal desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos ha advertido de potenciales amenazas a "intereses marítimos" por parte de la red Al Qaeda, acusada de perpetrar los ataques del 11 de septiembre.
Bajo los tratados de 1977 que a la larga devolvieron el canal construido por Estados Unidos a control panameño, Washington mantiene el derecho de "actuar en contra de cualquier agresión o amenaza al canal o contra el pacífico tránsito de embarcaciones".
Funcionarios panameños dijeron que agencias estadounidenses han sugerido maneras de fortalecer la seguridad, pero declinaron proporcionar más detalles.Sin amenazas especificas
Jarvis dijo que no se han hecho amenazas específicas, pero que el acceso a las zonas más cercanas al canal se cierra temporalmente cuando la base de datos detecta el paso de una embarcación de alto riesgo.
El funcionario detalló que se aplican más medidas de seguridad a barcos de los aliados de Estados Unidos en la guerra contra Irak, lo que significa mayor protección para una embarcación de España que de Francia, por ejemplo.
Pero los barcos representan sólo parte del riesgo, comentó Muschett.
"Basta con que en una de las laderas se produzca un derrumbe. El canal queda intransitable", aseguró.
Cada día, cientos de turistas visitan un edificio desde donde se observan las esclusas de Miraflores cerca de la Ciudad de Panamá.
Un guardia levemente armado examina de vez en cuando automóviles que se acerquen a las instalaciones. En tres visitas a las esclusas de Miraflores, el auto de un corresponsal de Reuters fue revisado en una ocasión.
En el complejo Miraflores, los visitantes pueden ver pasar las embarcaciones mientras un comentarista lee los detalles de cada embarcación, su país de origen, cuanta carga transporta e incluso el monto que pagó para transitar.