"La amante de Baudelaire" vestida de terciopelo" nació casi de manera fortuita, luego de que Fernanda García Lao adaptó un poema de Baudelaire y le puso música. Esta tragicomedia, sin embargo, les ha producido muchas satisfacciones a sus codirectoras y coprotagonistas: Fernanda García Lao y Gabriela Luján. Esta última visitó la víspera del estreno de la obra en Panamá la redacción de Crítica y compartió con nosotros algunas experiencias en el montaje de la que denominó "tragicomedia de un humor negro, muy corrosivo y atrevido".
Los personajes de La amante de Baudelaire vestida de terciopelo son Hipólita (interpretado por Fernanda) y Ágata (papel que hace Gabriela). La primera, una diva que no vive la vida por andar llorando pérdidas y vivir en el pasado. Es tal su desesperación y la sinrazón de su vida que intenta suicidarse, pero Ágata la salva y se entabla una amistad, quizás una forma también de co dependencia. Comparten soledades, pasiones y amores.
NO ES UNA COMEDIA MUSICAL, recalca Gabriela, la que hace de pragmática, resolutiva, realista y esperanzadora.
Fue de los libros Flores del mal y El Espleen de París que Fernanda tomó los temas para la obra, que juega con los tiempos: hay una vuelta al pasado en un recuento de cómo se llegó al punto actual y se va entretejiendo o destejiendo la trama mientras se transita por estaciones: tren, piscina, playa, un geriátrico y otros lugares. Dura una hora y mientras Ágata permanece todo la obra con la misma ropa, Fernanda se lo pasa cambiándosela. Con este humor corrosivo, se critica al amor y las pasiones.