El organismo de toda persona es protagonista de sensaciones extrañas que a veces no logran definirse, pero se convierten en parte de nuestro diario vivir. Y todo tiene lógica, porque desconocemos que existen ciertos elementos que controlan gran parte del cuerpo y alma.
Tal vez, en algún momento de su vida ha sentido corrientes que vienen de su interior, pero suele confundirla con algunas tensiones musculares, y lo más probable es que usted esté en contacto con los chakras, que no son otra cosa que círculos que pertenecen al cuerpo de energía.
Según María de Los Ángeles Benalcázar, instructora de yoga, estos cuerpos no pueden demostrarse, pero son accesibles de forma potencial a través de las experiencias, agregando que éstos representan los diferentes niveles de conciencia, tomando en cuenta ciertas cualidades. Los principales chakras son siete, y están localizados a lo largo de la columna vertebral. El chakra raíz, el muladhara, ubicado entre el ano y los genitales es de la conexión a la tierra, la familia y la tribu, es además, el chakra de la supervivencia, del temor, del estatus social, y está relacionado con el instinto primordial de vivir. Se basa en la función del "Yo existo". Este es fácil de identificar, porque su plano físico se da por medio de dolores de espalda, varices, tumores, cáncer de colon, depresión y deficiencia en el sistema inmunológico. Con éste chakra podemos entender la verdad interiror de que todos somos uno solo.
A pesar de que no se conocen, siempre estamos en contacto con ellos, porque son parte de nosotros. Lo importante es que con ellos, busquemos armonizar nuestra vida, a través de un trabajo conciente y constante, prestando atención a cualidades, actitudes y reacciones ante situaciones que se presenten en el entorno.